sábado, 14 de diciembre de 2013

PROYECTO FELISBERTO: la opinión de la gente


Partamos de la base que personalmente no tengo formación teórica para analizar una obra como la de Felisberto ni una obra de teatro. Mis análisis derivan de mi constante lectura, de mucho tiempo dedicado al disfrute lector y porque soy también una cinéfila y asistente al teatro empedernida.
Leer, ver cine y ver teatro son mis debilidades, hermosas debilidades.

Había leído la obra de F. por el 82 en México y volví a releerla al saber de la presentación de Mariana Percovich, que despertó de nuevo mi curiosidad.

Por lo tanto, antes de ir tenía bastante fresca la lectura y sobre todo de los cuentos que iban a ser motivo de la puesta en escena.

¿Con qué me encontré?
Con una obra, una puesta en escena, una actuación, un vestuario, musicalización, iluminación, escenografía y ambientación que me metieron hasta el gorro en el mundo de F., que lograron que desde la entrada al ver al actor excelente me sintiera cerca del personaje.
Pero cuando entraron los personajes fue como sentirse inmerso en un universo que me atrapaba y me obligaba a no perder detalle, no me alcanzaron mis ojos para captar todo lo que allí se insinuaba y se vivía.
¡Es tan difícil explicarlo!

Fue todo como un sueño, esa primera escena logra que te ubiques en su mundo extraño e incomprensible muchas veces para mí. La interpelación que te hacían los actores fijando su mirada en nuestros ojos y tratando de comunicar con esos sonidos guturales me crearon una incertidumbre respecto a lo que iba a ver, pero pronto asumí que era parte de ese mundo onírico y para mucha crítica, surrealista (no sé hasta donde se puede aplicar el término).

La utilización de la casa con sus espacios colectivos e individuales enriquece una puesta en escena en la cual terminas formando parte porque además tú generas parte de la obra con tus elecciones.
Además la casa con esa ambientación oscura, recargada, con ese piano omnipresente toda la obra, con esas vitrinas con las muñecas mutiladas, con esos miembros sueltos, en fin....

Cuando eliges las habitaciones, estás eligiendo un curso azaroso que en mi caso fue significativo ya que las  tres  habitaciones desarrollaron el relato El acomodador, que precisamente fue uno de los más difíciles para mi lectura.
De todas formas estuvo bien que se diera esa secuencia porque como que tenía un sentido.

Me quedé con muchas ganas de ver el desarrollo de las otras habitaciones, para revivir lo colectivo y vivir las otras experiencias que me quedaron colgadas en los otros cuartos.

Es increíble la actuación del grupo, Martín Bonilla el acomodador y la chica que no recuerdo su nombre, fueron espectaculares, pero todo el grupo ¡ mama mía !
¡Qué solvencia, que entrega, fue genial!
La escena del cumpleaños de Hortensia no tiene palabras para catalogarla, esas muñecas, esas hortensias te atrapan.
Me quedé con ganas de participar del saloncito del piano también.
Además la mano de Mariana está en todo, en ese compromiso y entrega de los actores, en esa presencia constante de ella tras bambalinas digamos, siguiendo cada momento de la actuación!

Cuando termina esa última escena creo que nos deja al público como estupefacto, como que no acabamos de salir de la sorpresa continua que fue el espectáculo y que faltaron más aplausos porque no quedas en condiciones de hacerlo, aparte cuando los actores salen a saludar siguen en su personaje no como en otros casos que ya saluda el actor en este caso era Horacio! María, eran ellos los que seguían allí, increíble.

Dije mucho pero entreverado, perdón pero desde que salí de la casa no puedo apartarme de lo que ví y leí, juro que cierro los ojos y me aparecen las escenas de la obra y se mezclan con la lectura de Las Hortensias, de la Casa inundada, de El balcón, no he podido reponerme del cimbronazo que fue esta experiencia.


Cuando escribo todavía se me pone la piel chiquita como dicen en México, o sea la piel de gallina de los escalofríos, de las tormentas que me hizo vivir F.H. Y la obra que vimos.

La verdad es que si pudiera decirle a Mariana algo, le agradecería por lo que vivimos en ese reducido tiempo y le pediría que volvieran a ponerla para poder ir en otro momento.

Lilian Sibilia - 12 de diciembre de 2013


Nota: las imágenes fueron tomadas del sitio de Proyecto Felisberto-Complot: http://marianapercovich17.blogspot.com/?view=snapshot

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